LA TRAMPA DE LOS AVALES PÚBLICOS PARA VIVIENDA
LOS PROGRAMAS IMPULSADOS POR VARIAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS PARA FACILITAR LA COMPRA DE UNA CASA A LOS JÓVENES NO TERMINAN DE FUNCIONAR: SOLO LLEGAN A PAREJAS O A QUIENES TIENEN RENTAS ALTAS.
Inés, 35 años, técnica en el Ministerio de Justicia —no es funcionaria, es personal laboral— se acerca a un banco y pregunta por el programa de avales de la Comunidad de Madrid que permite a los jóvenes comprar una vivienda sin necesidad de tener ahorros, accediendo a una hipoteca en la que la financiación puede llegar hasta el 100% del valor del inmueble. Su trabajo está en el centro de Madrid, pero ha descartado comprarse la casa en la capital y lleva meses mirando en Fuenlabrada, con precios más asequibles y donde su tope rondaría los 170.000 euros.
La directora de una oficina de Unicaja le deja claro en pocos minutos el escenario: la cuota que tendría que pagar al mes sería de 808 euros, lo que supone el 48,9% de su salario (cobra 1.650 euros al mes). Eso quiere decir que no pasa el control de riesgos de la entidad financiera, que exige que la cuota no supere el 35% de sus ingresos mensuales (necesitaría ganar más de 2.300 euros). ‘Tienes que estar dentro de nuestros parámetros de endeudamiento, si no, pagarías tanto que apenas podrías vivir’, le dice la directora.
Inés tenía la esperanza de poder entrar en ese programa. ‘¿A qué perfil de joven va dirigido? ¿Cuánto tiene que ganar?’, dice con rabia. En la web del programa de la Comunidad de Madrid se dice que se dirige a jóvenes ‘solventes’ y con ‘recursos’ que no disponen del ahorro previo necesario para la adquisición de su primera vivienda.
Siete autonomías tienen activos programas de avales destinados a que los jóvenes puedan comprar su primera vivienda sin tener que aportar el 20% de la entrada, como exigen los bancos para conceder la hipoteca. Murcia fue la pionera en 2021, le siguió Madrid en 2022 y después se sumaron Galicia, Castilla y León, Andalucía, Baleares y, recientemente, Extremadura y Comunidad Valenciana.
Aunque las autonomías han vendido estos avales como una vía para mejorar el acceso de los jóvenes a la vivienda, presentan un problema: en muchas de las entidades bancarias adheridas, el tipo de interés para estos programas es hasta un punto superior al de las hipotecas a tipo fijo que se ofrecen de forma convencional aportando el 20% de ahorros.
Un empleado de uno de estos bancos explica que estos avales no están funcionando bien, exceptuando el caso de los jóvenes funcionarios. ‘Se endurecen las condiciones y somos más estrictos, es una máxima bancaria: cuanto mayor es el riesgo, más alto es el tipo de interés’, señala.
FUENTE PERIODISTICA: EL PAÍS
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